Paro, pensiones y crecimiento

La tasa de desempleo española es una de las más altas del mundo. Es increíblemente alta para una democracia que no ha sufrido una guerra reciente o una catástrofe natural. Es tan alta que no es cierta. No existe en España un 20% de la población en edad de trabajar que esté buscando trabajo.

GRÁFICOS 1 y 2. Tasa de desempleo mensual ajustada a los estándares de Estados Unidos, estacionalidad ajustada, Mayo 2009–Octubre 2010

Fuente: Bureau of Labor Statistics, US department of Labor.

Sin ser un relaciones públicas, conozco a alguien que:

1)  No busca trabajo por no perder la prestación por desempleo o el PER.

2) Trabaja sin cotizar a la Seguridad Social (economía sumergida) por no perder la prestación de desempleo o el PER.

3) Siendo empresario que no registra su actividad (economía sumergida) para no perder la prestación de desempleo.

4) Se ha prejubilado llegando a un acuerdo con su empresa para que a través de la indemnización por despido y el subsidio de paro pueda obtener una renta neta suficiente para llegar a la edad de jubiliación. Recuerdo que la indemnización por despido no está sujeta a impuestos directos, algo especialmente ventajoso para las rentas más altas.

5) Sin trabajar ha sido contratado por una empresa familiar con el fin de percibir rentas durante bajas por maternidad o enfermedad, se ha embolsado una indemnización por despido (no sujeta a tributación en el Impuesto sobre la Renta pero deducible para el empleador en el Impuesto de Sociedades) y ahora está cobrando paro.

Todos ellos están contabilizados dentro del 20% de parados, están percibiendo una renta del estado por estar desempleados y ninguno busca trabajo.

Dos importantes logros de las economías desarrolladas son la prestación por desempleo y el sistema público de pensiones. El problema surge cuando hay muchos que quieren permanecer voluntariamente en el paro o jubilarse estando en edad de trabajar, no generan actividad económica, y provocan que otros muchos que si quieren trabajar no puedan hacerlo y que las arcas públicas no puedan pagar ni el subsidio de desempleo ni una pensión aceptable a quien realmente tiene derecho a ella.

Para evitar que algunos españoles prefieran estar temporalmente en el paro a trabajar, propongo:

1) Cómputo de toda la vida laboral cotizada para el cálculo de la pensión, igual que ocurre en la mayoría de los países de Europa.

2) Cómputo negativo del período que se permanece cobrando la prestación de desempleo a efectos del cálculo de la pensión. Si cuando se aporta a la caja del estado se otorga el derecho a la percepción de una renta futura, cuando se recibe de la caja pública ese derecho debe disminuir.

3) Reducción de la duración del subsidio de desempleo y una disminución progresiva mes a mes de la cantidad a percibir. Nadie debe acostumbrarse a vivir del paro.

4) Aumento de la prestación no dineraria. Una persona que se ha quedado sin trabajo necesita una renta para vivir mientras encuentra trabajo, pero también necesita formación y ayuda para encontrar un nuevo empleo. Si parte de la prestación por desempleo se utiliza en cheques formativos, que sólo puede utilizar el desempleado para pagar un curso de formación en el área que él elija (idiomas, informática, específicos del sector o puesto de trabajo...), tendrá menos motivos para estar en paro si realiza otra actividad en la economía sumergida o no quiere progresar profesionalmente. Por otro lado, si se destinan más recursos para que el sistema público de búsqueda de empleo funcione mejor, el desempleado que quiera encontrar trabajo tendrá más oportunidades. ¿Cómo puede la oficina de empleo ofrecer un mejor servicio público? Ayudando a que empleador y trabajador se encuentren de la manera más cómoda y barata. Para ello propongo:

a) Crear y mantener una base de datos actualizada y clasificada por provincia de residencia, localidad, nivel de estudios, sector, subsector, puesto y responsabilidad anterior de los desempleados. Si la base de datos fuese lo suficientemente buena, detallada y los filtros funcionasen bien, la utilizarían las empresas contratadoras y las empresas dedicadas a la búsqueda de personal.    

b) Incentivando a las empresas para que acudan a buscar trabajadores de esa base de datos de desempleados mediante reducciones significativas en las cotizaciones sociales.

c) Permitiendo que la empresa que busca trabajadores tenga libertad absoluta para elegir al candidato que considere más adecuado, en caso contrario recelará del sistema.

d) Obligando al desempleado a mantener su currículum actualizado en la aplicación informática que alimente la base de datos si quiere mantener su prestación por desempleo.

5) Tributación de la indemnización por despido en el IRPF.

En líneas generales estas medidas reducen una prestación social pero no las propongo con ese objetivo, sino para que no perjudiquen el crecimiento económico y la generación de empleo. Se pueden realizar otras políticas sociales sin impacto negativo en la actividad económica como pueden ser el incremento de las pensiones, el aumento del tramo exento en el Impuesto sobre la Renta, bajadas de impuestos a las familias numerosas...